domingo, 19 de octubre de 2014

Catalunya y el ciclo de 14 años

Observo que determinados acontecimientos que afectan a la historia reciente de Catalunya presentan una clara vinculación con el ciclo sinódico de 14 años que forman el par Júpiter y Urano. Los hechos concretos a los que me referiré coinciden con las conjunciones. 
Para que se perciba mejor, y antes de pasar a los detalles, les diré que el inicio de la Revolución Francesa coincidió con una triple conjunción entre Urano, Júpiter y Venus. Sin embargo, y debo decirlo ahora, el significado asociado a este ciclo es conflictividad y revolución (primeros 7 años del ciclo), que acaba derivando hacia un reformismo (segunda mitad del ciclo). Por tanto, pues, la mitad del ciclo es clave (hacia final del 2016).

Hubo conjunción entre Júpiter y Urano en los siguientes momentos:
• en 1886, cuando se celebró la primera Diada.
• en 1914, cuando se instauró la Mancomunitat.
• en 2010, cuando se produjo la sentencia contra el Estatut por parte del Tribunal Constitucional, lo cual dio lugar a una gran manifestación popular. Este hecho supone el inicio del actual proceso soberanista en Catalunya.


Viendo esta connotación, podríamos ir poniendo en el tiempo los aspectos que Júpiter y Urano forman entre la última conjunción, la del 2010, y la próxima, la que tendrá lugar en el 2024.
A saber:
• conjunción (2010)
• sextil (2012). Constitución de la Assemblea Nacional Catalana.
• cuadratura (2013). Un pacto entre diversos partidos favorece la convocatoria de una consulta fechada para el 9N de 2014.
• trígono (2014). ley de consultas, firma del decreto, convocatoria y celebración de la consulta popular para el 9N, rechazo por parte del gobierno de Madrid, etcétera.
• quincuncio (final del 2015). Este momento es de incógnita y ambivalencia.
• oposición (final 2016 y principios del 2017). Este es el momento estrella de todo el ciclo, dado que se trata de un gran punto de inflexión que cierra un antes (2010-2016) y abre un después (2017-2024). Dicho sea de paso, la figura que se forma (una cruz en signos cardinales) recuerda mucho a la del 2010.
Así, pues, a partir de 2017 nos podremos situar ante un horizonte más despejado.

Lo dicho en este artículo se complementa con este otro texto:
Francisco Franco y la cruz del 2016.

jueves, 16 de octubre de 2014

El poder del error (y II)

Observo como los amos tratan a los perros y deduzco como son por dentro. Los hay que son suaves y cariñosos, acaso porque eso es lo que son; o porque eso es lo que quisieran de una relación: una tierna reciprocidad. Otros son duros y despreciativos con el can. Otros, autoritarios. Otros, laxos cuando deberían ser estrictos y estrictos cuando deberían ser laxos, con el cual el perro acaba tan esquizoide como el amo que le ha tocado en suerte. Otros, neuróticos, acaso como sus propios padres.

Así, pues, vemos que la relación con la mascota es un reflejo de la relación que se puede haber generado en otros modo de relación: por ejemplo, la jerarquizada, entre humanos. Por ejemplo: de padres a hijos; de jefes a empleados; de médicos a pacientes; de políticos a ciudadanos.

Por ejemplo, en este último caso, con la relación entre políticos y ciudadanos en escena, hemos presenciado recientemente como la pirámide social ha ido descargando su peso sobre el escalafón más humilde sucesivamente. Y así hasta llegar a Excalibur. Ahí vemos, pues, como el fracaso humano va rodando cual bola de nieve, desde lo alto de la pirámide hasta el punto más débil.

Entonces, pues, el asunto de base es que el humano difícilmente puede aceptar un error sin salpicar al eslabón social que tiene inmediatamente inferior.

Los padres culpan a los hijos. Y los hijos culpan a los padres.
Los médicos culpabilizan a los pacientes. Y los pacientes denuncian a los médicos.
Los políticos tratan de tapar sus miserias creando distracciones en la ciudadanía. Y luego, la ciudadanía descarga su falta de conciencia sobre los políticos, invirtiendo el orden entre escalafones.

Ello podría dar a entender que el orden se puede invertir a la que la descarga sobre el débil deja de funcionar.

También, con los perros. Un can muy estresado por un amo incapaz de facilitar la canalización de sus instintos puede provocar agresiones sobre otras personas (o sobre otros perros). O bien, para calmar el estrés, al perro le da por comer más de la cuenta hasta ponerse como una vaca.

Sin embargo, una excepción: la incompetencia del sistema cebándose sobre Excalibur, el perro que ha tenido que ser sacrificado, no sé si inútilmente. Me pregunto yo, pues, cuánto de inutilidad tienen los actos humanos, excepto que esa inutilidad sirva para paliar la incompetencia reinante. Es decir, que vivimos en un ritual perpetuo en donde nada sirve realmente si no es para ir camuflando nuestra debilidad como especie.

Y acabo con un aforismo:
El éxito dura poco; el fracaso, en cambio, es permanente.

martes, 14 de octubre de 2014

El poder del error (I)

El poder del error son sus consecuencias sobre el futuro, totalmente imprevisibles y fuera de control, que perjudican a unos y a otros. Cuanto más poder se tiene, peores consecuencias generan los errores cometidos. Quizá sea por eso que los hijos, tras haber sido totalmente crédulos en relación a sus padres, luego acaban culpando a éstos de los traumas que creen sufrir. Por tanto, los intentos por no cometer el mismo error ancestral es lo que hace que el error se cometa y sus consecuencias sean aún más frustrantes.

En el ámbito político, el mandatario oculta sus errores transfiriendo al pueblo (y al futuro) las miserias que no quiere que le sean vistas, excepto que su impostura y sus maquillajes hayan caducado a la vista de todos y el pueblo vea conscientemente los hechos. Es por eso que una guerra es una manifestación del fracaso de la élite, y es esa élite la que se las ingenia para cargar sobre los súbditos las malversaciones del poder ejercido, haciendo creer que es el pueblo quien entra en guerra por motivos propios, cuando esos motivos son de una minoría que se aprovecha de la ignorancia de la mayoría hasta hacer que la sangre derramada se convierta en un capital que embolsarse.

Quirón y el poder del error.

En este sentido, tanto en la astrología psicológica como en la astrología mundial Quirón es importante, pues su estudio ayuda a comprender como se transfieren los errores cuando éstos se cometen inconscientemente, o cuando conscientemente se cometen y no se quieren reconocer.
En esta línea, para quien le interese, propongo la lectura de este artículo: 

El Bigrama de Hitler.

Adolf Hitler tenía en su Carta una conjunción Luna-Júpiter en Capricornio opuesta a Quirón en Cáncer. Las piezas de esta oposición están situadas en el Bigrama de Libra, el espacio de 15 grados que abre los signos de Cáncer y de Capricornio.
Podríamos deducir que la figura materna (Luna-Júpiter) es importante para la construcción del mito personal que luego Hitler encarnó. La oposición de Quirón nos podría dar a entender que el rol materno, que compensa el de un padre despótico, frío y emocionalmente lejano, puede haber generado el tipo de consecuencias que aquí hemos venido a llamar "el poder del error".

Los Bigramas, la división en dos de cada Signo zodiacal -así, pues, 24 en total-, describen la alucinación básica que ha de servir para dar forma a un idealismo difícil de cumplir, y que luego derivará en una neurosis. En este caso, el Bigrama 1, correspondiente a la primera mitad del eje Cáncer-Capricornio, es Libra, el cual sirve para proyectar un conflicto paterno-materno-filial sobre todo un pueblo. Y, como ya comenté al principio, esta proyección genera efectos más devastadores en proporción al poder disponible, que en el caso de Hitler era mucho.

Si les interesa leer algo más en relación a la conjunción Luna-Júpiter de Hitler, les invito a leer este artículo de Juan de la Fuente.

lunes, 13 de octubre de 2014

Nitricum Acidum y el grado 23 de Sagitario

Nitricum Acidum, la orfandad y el grado 23 de Sagitario.

Nitricum Acidum es un homeopático que, entre otras cosas, es utilizado para tratar y prevenir el glaucoma. El nervio óptico es en sí mismo todo un símbolo: la visión, el enlace entre las imágenes recogidas por el ojo y el procesado en el cerebro. Así, pues, la psicología de Nitricum Acidum es la de una persona que necesita desarrollar o proteger la visión (del horizonte vital, de los demás, de sí mismo, etcétera)
Las primeras tomas que hice de Nitricum Acidum fue con una dilución de 30CH. Experimenté una sensación de euforia difícil de definir en cuanto a causas. Sospecho que Nitricum Acidum podría ir bien para revitalizar la ilusión perdida, poniendo cuidado en encauzarla hacia propósitos definidos. Por ejemplo, en casos de depresión o abandono de proyectos. También podría ir bien para definir anhelos y propósitos, y actitudes que resulten propicias a ellos, de forma más concreta, controlando la idealización, templando la euforia (para evitar que, sin canalizar, derive en depresión). Temas maníacos-depresivos, los de Nitricum Acidum.

En otro momento, con una dilución de 10.000 K, experimenté un desdén por la vida social, como si el tumulto  me resultara más incómodo de lo que en realidad es. Así, pues, deduzco que Nitricum Acidum puede ser útil para personas especialmente sensitivas hacia el orden-desorden ambiental. La persona Nitricum Acidum es alguien que se deja vampirizar energéticamente por la presencia de quienes tiene alrededor.

Uniendo ambas sensaciones, deduzco que la personalidad Nitricum Acidum es la de un sensitivo que no tiene claro cómo interactuar socialmente, alguien que no tiene una dirección clara al respecto, o que carece de habilidades para poder actuar con soltura. Sin embargo, sus emociones son las de un extravertido. Toda una paradoja, pues.

El grado 23 de Sagitario.

El grado en el que reverbera Nitricum Acidum es el 23 de Sagitario. En él queda representada la persona empática y compasiva. Es posible que en la infancia haya habido situaciones emocionales en las que al niño que uno fue se le haya proyectado una función para la que no estaba preparado. Podría ser que tuviera un padre o una madre ausente o disfuncional, o igualmente sensitivo e inadaptado para la vida social. Y, por eso mismo, podría tratarse de alguien que ha debido de reemplazar al padre o a la madre.
Así, pues, este grado refleja un anhelo de interacción social que puede quedar coaccionado por la propia sensibilidad. O, si lo prefieren, por la orfandad, dado que este grado es el del huérfano: de padre, de madre, de asidero emocional, de horizonte vital, de una conducta congruente, etcétera.

sábado, 4 de octubre de 2014

Urano y el mundo de los negocios


Urano: la vida como empresa. 

Se dice que allá donde se tenga a Urano en la Carta natal será indicio de una fuerte tendencia individualista. Sin embargo, permítanme que lo ponga en duda.

Urano no es un factor de individualismo, más bien al contrario. Urano es la acción colectiva y coordinada a la procura de un logro que resultaría imposible sin una complicidad sistémica. Así, pues, Urano es coordinacionista. Entonces, pues, ¿cómo es que a Urano se le atribuye la manifestación de una individualidad radicalizada?

La complicidad fracasada.

El ideal de Urano, sin embargo, es la acción en equipo animada por un proyecto compartido. Sin embargo, esta acción requiere de un gran conocimiento de sí, de los demás, del mundo, de las posibilidades reales del proyecto, de la idea, de los medios, de los motivos. Es decir, que, cuando uno se salta estas condiciones, la falta de logro se convierte en una frustración tan difícil de llevar que resulta insoportable, lo cual lleva, ante la dificultad de contenerla, a revertirla en forma de oposición a lo social, derivando en sociopatía o paranoia. Así, pues, la consecuencia es una individualidad que deroga toda posibilidad de colaboración coordinada y coherente en grupo.

A menudo la casusa de esta frustración proviene de la generación de los padres o de los abuelos. Así, pues, gran parte del individualismo que encarnamos procede de una reacción inconsciente a estafas o traiciones experimentadas por personas significativas pertenecientes a generaciones anteriores.

Como curiosidad:
Estados Unidos declaró su independencia en 1776. La Orden de los Iluminati fue fundada en 1776. En 1776 se publicó el libro “La riqueza de las naciones”, de Adam Smith, acaso el primer libro de economía, el cual sirvió de base para lo que luego iba a ser el sistema capitalista. Urano fue descubierto en 1779. La Revolución Francesa aconteció en 1789.

Todos estos acontecimientos, tan cercanos entre sí, demuestran que los logros son consecuencia de una acción que transcurre en un marco colectivo. Por lo tanto, pues, no es la individualidad separada la que guía sino que quien lo hace es una individualidad consciente de formar parte de un marco más amplio cuyos elementos actúan en cooperación. Comprender e intuir como se auto-construye esta cooperación, y actuar en consonancia, es la aspiración relacionada con Urano. Es cuando esta aspiración se ve traicionada que se sale por la tangente en forma de un individualismo exacerbado.

Es por todo ello que Urano, bien llevado, representa el mundo de los negocios, de los proyectos, de las empresas. Es la acción colectiva: la participación de diversos factores en el curso que lleva a una idea a su conversión en realidad concreta. Sin embargo, un Urano mal llevado puede dar muchas ideas pero sin la complicidad que necesitan para ser construidas, llevando a la persona al ostracismo. Como las personas necesitamos tanto de las ideas como de su plasmación, un Urano mal llevado dará lugar a las sociopatías y paranoias ya citadas. En este caso, Urano ve a la sociedad como un tinglado insano, con una voz tan crítica que anula las posibilidades de construir en la práctica cualquier idea.  Y hasta es posible que un Urano patológico se haya experimentado ya en familia, como si ésta se tratara de un anticipo de la sociedad en la que uno luego iba a participar. Así, pues, la participación o el desentendimiento de lo grupal ya comienza en la propia familia. La agudización de la crítica social o la aceptación gustosa de las condiciones es un reflejo del nivel de encaje que uno tuvo en su propia familia, el grupo que sirve de modelo de participación de todos los cónclaves posteriores.

Otra cosa que un Urano fuertemente aspectado puede dar es una sensación de desarraigo, de extrañamiento, de incomprensión; o, acaso, una evolución demasiado rápida en relación a los progenitores, lo cual lleva a una sensación de separación sin solución posible.

jueves, 2 de octubre de 2014

Phosphorus y el grado 18 de Acuario

Phosphorus y el grado 18 de Acuario: la dispersión que agota.




En el libro de Rómulo Valls Sabater encuentro escrito lo siguiente, referido a la moralidad de Phosphorus:
“tristeza, abatimiento, taciturnidad, melancolía con llantos y ansiedad”; “somnolencia durante el día; agitación e insomnio por la noche”.

Por otro lado, George Vithoulkas dice, al respecto de Phosphorus, que es como una difusión de la mente, que se expande como el humo por el entorno, como si no hubiera ninguna limitación, lo cual puede llevar a ser vulnerable a influencias. Las emociones se proyectan hacia los demás con poca capacidad para contenerlas y protegerse emocionalmente de sus consecuencias. Hay, por tanto, una tendencia al sobresalto que deja una secuela de agotamiento.

Es más que probable que la descripción que hace Rómulo Valls sea la consecuencia somática y mental de la cualidad descrita por George Vithoulkas. Es decir, que la consecuencia de la dispersión emocional sea el abatimiento, el agotamiento, la dificultad para recogerse tras haberse abierto a tantas influencias sin control. Y que la causa de todo ello sea un tema emocional relacionado con el vacío y con el pánico a la soledad y a la ausencia.

Por mi parte, a resultas de haber tomado Phosphorus en diversas ocasiones (en tandas de 30 CH, 200 CH, 10 MK, 50 MK y 500 MK), vinieron a mi diversas imágenes. La más impactante fue la que relacionaba la hiperactividad y la dispersión con un estado más o menos permanente de discontinuidad emocional acaecido durante la infancia y primera adolescencia en el ámbito familiar.  Dicho de otro modo, los vacíos emocionales generados por tal discontinuidad fueron compensados con un énfasis en el desarrollo intelectual (gran curiosidad e hiperactividad), en la creatividad sin orden, en la falta de disfrute real. El resultado de este agotamiento deriva en una falta de conexión entre el potencial y la oportunidad, entre lo que uno lleva dentro y la posibilidad de plasmarlo exitosamente a través de una actividad que estabilice la sensibilidad.

En el momento que escribo estas líneas estoy tomando una dilución de 500 MK. Justamente ahora comprendo que haya personas que sientan que su potencial no llegue a plasmarse o proyectarse sobre las oportunidades que la vida les presenta, acaso porque no hay la chispa suficiente como para que la plasmación sea un hecho y no una ilusión. Así, pues, hay un anhelo de expresión, aunque falta la energía adecuada para que esa expresión adopte una forma sólida. Por ello mismo, hay un desperdicio inconsciente de las oportunidades que la vida presenta, un dejarlas pasar por pura dispersión o agotamiento.

Se podría decir que no hay control del fuego, que sólo se produce combustión y humo disperso que nubla y no alumbra.

Es muy posible que tras la hiperactividad y la multiplicidad de intereses haya una depresión encubierta, o tristeza, o desinterés profundo en el plano emocional. Ello da lugar a una atención disgregada que huye de esas emociones. Ello explicaría la adicción a la vida social, a estudiar sin fin, al emponzoñamiento intelectual. Hay personas que trabajan sin cesar, acaso para no caer en su propio abismo, aunque lo que hagan no aporte satisfacción ni utilidad.

El grado 18 de Acuario.

Phosphorus reverbera en el grado 18 de Acuario. Este grado refleja la actitud humana de proyectarse sobre el mundo exterior sin haber contactado con el verdadero foco creativo interno. Mucho humo y poco fuego. Es como si una persona hubiera sido abducida por las formas y convenciones externas antes de haber contactado con lo esencial de sí misma. Por ejemplo, haber sufrido de comparación (agravio comparativo) con otros antes que haber recibido el respeto y amor incondicional por ser lo que llanamente es. Por otro lado, también puede haber una mitificación del otro en el sentido de que merece más respeto que uno mismo. Así, pues, veríamos personas simbolizadas por este grado que se dedican a complacer a los demás como forma de perderse.

Este grado, por otro lado, también refleja la presencia de un conflicto con la autoridad social (la sociedad como reflejo de conflictos familiares no resueltos). Se trata de una autoridad abstracta y no encarnada necesariamente por una persona en particular, aunque la pudo haber en el pasado, en la infancia y primera adolescencia. Esta autoridad intangible es transgredida a través de la dispersión, evitando centrar la actividad mental, eludiendo el compromiso que una salida creativa coherente pide.

Un tema concomitante con este grado es la mitificación que se hace del conocimiento (o de los dones) de los demás en detrimento de la sabiduría instintiva natural que cada cual posee como un regalo que le vida le da por el único hecho de estar aquí. En otras palabras, en este grado hay que tomar precaución en relación a la tentación de mitificar o idealizar a los demás, a la sociedad, a determinadas categorías sociales, a la fama, al éxito, al reconocimiento hueco, a las apariencias.

Phosphorus-grado 18 de Acuario, si estuviera encarnado en una persona, representaría a quien no es profeta en su tierra, que se siente incomprendido entre los propios, pero que espera llegar a conseguir el reconocimiento que anhela.
Phosphorus, además, tiene metas muy idealizadas, lo cual da lugar a crisis por frustración. Lo cierto es que a Phosphorus le cuesta, o no quiere, centrarse en metas posibles. En su búsqueda suele salirse por la tangente, acaso porque ello es una forma de protesta contra el orden convencional. La cuestión es que la dispersión resultante es una forma de protesta que se manifiesta sin coherencia y sin prestar atención a los límites de lo posible. Se podría pensar que la persona en el fondo no desea realizarse ni obtener el reconocimiento que cree buscar. Y es muy posible que su dispersión sea una forma de venganza muy antigua consistente en resistirse a encarnar.